Traducción de un ensayo de Paul Graham, Enero 2004 [What you can’t say]
¿Alguna vez has visto una vieja foto de ti mismo y te has avergonzado por como te veías? ¿En realidad nos vestíamos así? Claro que si. Y no teníamos ni idea de lo ridículos que nos veíamos. Ser invisible es naturaleza de la moda, del mismo modo que el movimiento de la tierra es invisible para todos nosotros, que estamos sobre ella.
Lo que me asusta es que hay, también, modas morales . Éstas son tan arbitrarias y tan invisibles para la mayoría de la gente, pero son mucho más peligrosas. La moda es confundida con el buen diseño; la moda moral es confundida con el bien. Si vistes de manera extraña solo conseguiras que se rían de ti, pero al violar alguna de las modas morales puedes hacer que te despidan, marginen, encarcelen o incluso asesinen.
Si pudieras viajar al pasado, una cosa sería cierta sin importar a dónde fueras: tendrías que cuidar lo que dijeras. Las opiniones que hoy consideramos inofensivas podrían haberte metido en serios problemas. Ya he dicho por lo menos una cosa que me hubiera metido en un serio problema en la mayoría de Europa en el siglo XVII, la cual metió a Galileo en grandes problemas cuando él lo dijo – que la tierra se mueve. [1]
Parece haber una constante a lo largo de la historia (en todas las épocas), la gente creía cosas que eran simplemente ridículas, y creían tan fuertemente en ellas que te hubieras metido en terribles problemas por contradecirlas.
¿Nuestros tiempos son diferentes? Para cualquiera que haya leído algo de historia, la respuesta es, casi con certeza, que no. Sería una coincidencia extraordinaria si la nuestra fuera la primera época que todo fuera correcto.
Es tentador pensar que creemos cosas que la gente del futuro encontrará ridículas. ¿Qué tendría que cuidarse de decir una persona del futuro al visitarnos en una máquina del tiempo? Eso es lo que quiero estudiar aquí. Pero quiero hacer algo más que impresionar a todo el mundo con la herejía de nuestros tiempos. Quiero encontrar métodos generales para descubrir lo que no se puede decir, en cualquier época.
La prueba del conformista
Vamos a empezar con una prueba: ¿Hay alguna opinión que temerías expresar delante de un grupo de compañeros?
Si la respuesta es no, querras detenerte y pensar un poco al respecto. Si todo lo que crees es lo que se supone que deberías creer, ¿no podría ser una coincidencia? Lo más probable es que no lo sea. Lo más probable es que sólo piensas aquello que se te dice que pienses.
La otra alternativa sería que consideres de forma independiente a cada pregunta y se te ocurrieron exactamente las mismas respuestas que hoy son consideradas aceptables. Lo anterior es improbable, porque también cometerías los mismos errores. Los cartógrafos colocan errores leves deliveradamente en sus mapas para que puedan saber cuando alguien los copia. Si hay otro mapa que tiene el mismo error, es una evidencia muy convincente.
Al igual que en las otras épocas de la historia, nuestro mapa moral casi con certeza contiene algunos errores, y cualquiera que comete los mismos errores, probablemente no lo hizo por accidente. Sería como si alguien dijera que habían decidido de manera independiente en 1972 que los pantalones acampanados eran una buena idea.
Si crees todo aquello que debieras creeer ahora, ¿cómo puedes estar seguro de que no hubieras creído todo lo que debías creer si hubieras crecido entre los propietarios de las plantaciones del Sur antes de la Guerra Civil, o en Alemania en 1930 – o entre los mongoles en 1200, en ese caso? Lo más probable es que lo hubieras hecho.
De vuelta en la época de términos como «bien adaptado», la idea parecía ser que había algo mal contigo si pensabas cosas que no te atrevías a decir en voz alta. Parece ser al revés, casí con certeza hay algo mal contigo si no crees cosas que no te atreves a decir en voz alta.
Conflicto
¿Que no podemos decir? Una forma de encontrar estas ideas es simplemente observar lo que la gente dice y le causa problemas. [2]
Por supuesto que no sólo buscamos cosas que no podemos decir. Estamos buscando cosas que no podemos decir que son ciertas, o al menos tienen suficientes probabilidades de serlo como para que la pregunta se mantenga válida. Sin embargo, muchas de las cosas que se dicen y provocan problemas a la gente que las dice probablemente se encuentran dentro de ese segundo grupo. Nadie se mete en problemas por decir que 2 + 2 es 5, o que la gente en Pittsburgh mide tres metros. Tales afirmaciones falsas podrían ser considerados como los chistes, o en el peor de los casos, como evidencia de la locura, pero no es probable que enojen a nadie. Las afirmaciones que enojan a la gente son aquellas que les preocupan que podría creerse. Sospecho que las afirmaciones que hacen que la gente mas se enoje son aquellas que les preocupan que pudieran ser ciertas.
Si Galileo hubiera dicho que la gente de Padua medía diez metros, habría sido considerado como un excéntrico inofensivo. Diciendo que la Tierra orbitaba all sol era otro asunto. La Iglesia sabía que iba a poner a las personas pensar.
Ciertamente, al mirar hacia atrás en el pasado, esta regla funciona bien. Muchas de las afirmaciones que metieron a la gente en problemas hoy parecen ser inovensivas. Así que es probable que los visitantes del futuro estarían de acuerdo con al menos algunas de las afirmaciones que meten en problemas a la gente en problemas hoy en día. ¿Acaso no existen ya los Galileos? No es probable.
Para encontrarlos, haz un seguimiento de las opiniones que meten a la gente en problemas, y empieza a preguntar, ¿podría esto ser cierto? bien, entonces podría ser herético (o su equivalente lo moderno), ¿pero podría además ser verdad?
Herejía
Esto no nos va a obtener todas las respuestas, sin embargo. ¿Y si resulta que nadie se ha metido en problemas por una idea en particular todavía? ¿Qué pasa si una idea fuera tan radiactivamente polémica que nadie se atreviera a expresarla en público? ¿Cómo poodríamos encontrar estas ideas también?
Otro método consiste en seguir la palabra, la herejía. En cada período de la historia, parecen haber existido etiquetas que fueron aplicadas a afirmaciones para descartarlas antes de que nadie tuviera siquiera la oportunidad de preguntarse si eran o no ciertas. «Blasfemia», «sacrilegio» y «herejía», fueron dichas etiquetas durante buena parte de la historia occidental, al igual que en épocas más recientes “indecente”, “inapropiado”, y “antiamericano” lo han sido. Para estos tiempos, estas palabras habrán perdido ya su poder. Siempre lo hacen. Para estos tiempos son usadas casi siempre de manera irónica, pero en sus tiempos fueron realmente fuertes.
La palabra «derrotista», por ejemplo, no tiene connotaciones políticas en particular ahora. Pero en Alemania en 1917 era un arma, utilizada por Ludendorff en una purga de los partidarios de una paz negociada. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial fue ampliamente utilizado por Churchill y sus partidarios para silenciar a sus oponentes. En 1940, cualquier argumento en contra de la agresiva política de Churchill era «derrotista». ¿Fue correcto o incorrecto? Lo ideal sería que nadie llegara lo suficientemente lejos como para preguntarse eso.
Tenemos etiquetas hoy, por supuesto, muchas, desde el multipropósito «inapropiado» el temido «divisivo». En cualquier período, debe ser fácil de averiguar lo que dichas etiquetas son, simplemente observando como la gente llame a las ideas con las que no concuerdan, además de falso. Cuando un político dice que su oponente está equivocado, que es una crítica directa, pero cuando ataca a una declaración como «divisionistas» o «insensibles raciales» en lugar de manejarlo como falso, debemos empezar a prestar atención.
Entonces, otra manera de saber cuál de nuestros tabúes por los cuales generaciones futuras se reirán es por comenzar con las etiquetas. Tener una etiqueta – «sexista», por ejemplo – y tratar de pensar en algunas ideas consideradas así. Luego, para cada una, pregunta, ¿podría ser esto cierto?
¿Simplemente comenzar a enlistar ideas al azar? Sí, porque en realidad no será al azar. Las ideas que vienen a la mente en primer lugar serán las más plausibles. Van a ser las cosas que ya has notado pero no te dejaron pensar.
En 1989 algunos astutos investigadores siguieron el movimiento de los ojos de radiólogos mientras exploraban imagenes de pechos, buscando señales de cáncer pulmonar. [3] Encontraron que inclusive cuando los radiólogos pasaban por alto una lesión cancerosa, sus ojos en realidad habían hecho una pausa en en la ubicación de la misma. Parte de su cerebro sabía que había algo ahí; simplemente no se filtraba hasta el conocimiento consciente. Creo que muchos pensamientos heréticos interesantes ya se han formado en nuestras mentes. Si apagamos nuestra auto-censura temporalmente, éstos serían los primeros en salir.
Tiempo y Espacio
Si pudiermaos mirar hacia el futuro sería obvio de cuales de nuestros tabúes se reirían. No podemos hacer eso, pero podemos hacer algo casi tan bueno: podemos mirar hacia el pasado. Otra forma de averiguar en donde nos estamos equivocando es ver lo que era aceptable y es ahora impensable.
Los cambios entre el pasado y el presente a veces no representan el progreso. En un campo como la física, si no estamos de acuerdo con las generaciones pasadas es porque tenemos la razón y están equivocados. Pero esto se hace menos cierto cuando uno se aleja de la certeza de las ciencias duras. Para cuando se llegue a las cuestiones sociales, muchos cambios son sólo de la moda. La edad de permisos varía como la marea.
Podemos imaginar que somos mucho más inteligentes y virtuosos que generaciones pasadas, pero entre más lees de historia, esta idea se va desvaneciendo. La gente en épocas anteriores era mucho como nosotros. No eran héroes ni bárbaros. Cualesquiera que fueran sus ideas, eran ideas que cualquier persona razonable podría creer.
Así que aquí hay otra fuente de herejías interesantes. Fíjate en las diferencias de las ideas del presente y aquellas de culturas anteriores y ve que es lo que obtienes. [4] Algunas serían impactantes para los estándares actuales. Bien, pero ¿cuales serían también verdad?
No es necesario mirar al pasado para encontrar grandes diferencias. En nuestros tiempos, las diferentes sociedades tienen grandes diversidad de ideas de lo que está bien y lo que no. Así que puedes tratar de comparar las ideas de otras culturas con las de la nuestra también. (La mejor manera de hacerlo es visitarlas.)
Podrían encontrarse tabúes contradictorios. En una cultura podría parecer escandaloso pensar x, mientras que en otra podría ser escandaloso no pensarlo. Creo inclusive que el impacto es en uno de los lados. En una cultura, x está bien, mientras que en otra, es considerado escandaloso. Mi hipótesis es que aquel lado escandalizado es más probablemente el equivocado. [5]
Sospecho que lo únicos tabúes que son mas que eso, son aquellos que son universales, o casi. El homicidio por ejemplo. Cualquier idea que es considerada inofensiva en un porcentaje considerable de tiempos y lugares, y es aún así un tabú para nosotros, nos convierte en buenos candidatos para estar equivocados.
Por ejemplo, en las altas esferas de corrección en la decada de 1990, en Harvard, se distribuía un folleto en la facultad, al staff que decía, entre otras cosas, que erea inapropiado elogiar la ropa de un compañero de trabajo o de un estudiante. Ya no más “linda playera.” Creo que este principio es raro entre las culturas del mundo (pasadas o actuales). Es probable que haya más culturas en las cuales se considere educado elogiar la vestimenta de alguien, que aquellas en donde se considere inapropiado. Así que es probable que este sea, de manera sutil, un ejemplo de uno de los tabúes que un visitante del futuro debería tener cuidado de evitar si llegaba a configurar su máquina del tiempo para Cambridge, Massachusetts en 1992.
Pedantes
Por supuesto, si tienen máquinas del tiempo en el futuro, probablemente tendrá un manual de referencia separados sólo para Cambridge. Éste ha sido siempre un lugar exigente, una ciudad de personas que hacen las cosas conforme al manual, en probablemente puedas ser corregido en cuanto a tu gramática e ideas en la misma conversación. Lo anterior sugiere otra manera de encontrar tabúes. Buscar a aquellos pedantes, y observar que tienen en la cabeza.
Las cabezas de los niños son depósitos de todos nuestros tabúes. Parece adecuado para nosotros que aquellas ideas infantiles pudieran ser puras y limpias. La imagen que les damos del mundo a los niños no es simple, para encajar con sus mentes en desarrollo, pero es de igual forma descontaminada para encajar con nuestras ideas de lo que los niños deben pensar.[6]
Esto se puede ver en una pequeña escala con respecto a las malas palabras. Muchos de mis amigos están empezando a tener hijos en esta época y todos tratan de evitar el uso de palabras como “joder” y “mierda” al rededor del bebé, para que el bebé no empiece a usar estas palabras también. Entonces los padres le dan a sus hijos una idea inexacta de el lenguaje al no usar esas palabras. ¿Por qué hacen esto? Porque no creen que es apropiado que los niños utilicen el lenguaje en su totalidad. Al igual que los niños nosotros parecemos inocentes. [7]
La mayoría de los adultos, de igual manera, dan a sus hijos intencionalemente una vista equivocada del mundo. Uno de los ejemplos más obvios es Santa Claus. Creemos que es lindo que los pequeños niños crean en Santa Claus. Yo mismo creo que es lindo que los niños crean en Santa Claus. Pero me pregunto si les decimos estas cosas por su bien, o por el nuestro.
No estoy discutiendo a favor o en contra de esta idea. Es, probablemente, inevitable que los padres quieran vestir su mente de niños con pequeños atuendos infantiles. Probablemente yo lo haré también. Lo importante para nuestros propósitos es que, como resultado, el cerebro adolecente de un niño bien educado sea una colección más o menos completa de todos nuestros tabúes – y en perfecto estado, porque están contaminadas por la experiencia. Todo lo que pensamos que más tarde pueda llegar a ser ridículo, es casi seguro que esté dentro de esa cabeza.
¿Cómo podemos llegar a estas ideas? Por el siguiente experimento mental. Imagina una especie de personaje de los últimos días de Conrad, quien ha trabajado durante un tiempo como un mercenario en África, durante un tiempo como médico en Nepal, durante un tiempo como el gerente de un club nocturno en Miami. Los detalles no son importantes – sólo alguien que ha visto muchas cosas. Ahora imagina comparar lo que está dentro de la cabeza de este hombre con lo que está dentro de la cabeza de una chica de buen comportamiento dieciséis años, de los suburbios. ¿Qué piensa que la sorprendería? Él conoce todo el mundo, ella conoce, o expresa, por lo menos, tabúes actuales. Al substraer uno del otro, el resultado es lo que no podemos decir.
Mecanismo
No puedo pensar en una forma más de entender lo que no podemos decir: al ver cómo se crean los tabúes. ¿Cómo surgen las modas morales, y por qué se adoptóan? Si podemos entender este mecanismo, podemos ser capaces de verlos trabajar en nuestros tiempos.
Las modas morales no parecen ser creadas de la misma manear en que otras modas lo son. Las modas comunes parecen surgir por accidente cuando la gente imita las extravagancias de una persona influyente. La moda de zapatos de punta hancha a finales del siglo quince en Europa comenzó porque Carlos VIII de Francia tenía seis dedos en uno de sus piés. La moda por el nombre Gary comenzó cuando el actor Frank Cooper adoptó el nombre de un molino de viento de Indiana. Las modas morales mas a menudo parecen ser creadas de manera deliberada. Cuando hay algo que no podemos decir, probablemente sea porque algún grupo no quiere que lo hagamos.
La prohibición será mayor cuando el grupo está temeroso. La ironía de la situación de Galileo fue que se metió en problemas para repetir las ideas de Copérnico. El mismo Copérnico no lo hizo. De hecho, Copérnico era un canónigo de la catedral, y dedicó su libro al Papa. Sin embargo, por la época de Galileo la iglesia se encontraba en medio de la Contrarreforma y estaba mucho más preocupada por ideas poco ortodoxas.
Para iniciar un tabú, un grupo tiene que encontrarse justo entre la debilidad y el poder. Un grupo de poder no tiene tabúes para protegerlo. No se considera impropio hacer comentarios despectivos sobre los americanos, o el Inglés. Y sin embargo, un grupo tiene que ser lo suficientemente poderoso como para imponer un tabú. Los coprofílicos, a partir de esto, no parecen ser tan numerosos o poderosos como para convertir sus intereses en un estilo de vida.
Sospecho que la mayor fuente de tabúes morales resultará ser una lucha de poderes en la cual uno de los lados apenas tiene la sartén por el mano. Así es como encontrarás un grupo lo suficientemente potente como para hacer imponer tabúes, pero lo suficientemente débil como para necesitarlo.
La mayoría de las luchas, sin importar acerca de que sean, seán emprendidas como una lucha entre ideas antagonistas. La Reforma Inglésa en el fondo era una lucha por la riqueza y el poder, pero que terminó siendo elegida como una lucha para preservar las almas de los ingleses de la influencia corruptora de Roma. Lo anterior facilita el que la gente luche por una idea y las ideas del bando ganador también serán consideradas triunfantes, como si Dios quisiera indicar su avenencia al seleccionar dicho lado como el triunfador.Y el bando que gane, sus ideas también se considerará que han triunfado, como si Dios quisiera señalar su acuerdo mediante la selección de ese lado como el vencedor.
A menudo nos gusta pensar en la Segunda Guerra Mundial como un triunfo de la libertad sobre el totalitarismo. Nos olvidamos convenientemente que la Unión Soviética fue uno de los ganadores.
No estoy diciendo que las luchas nunca sean por las ideas, sólo que se hará siempre que parezcan ser por ideas sin importar si lo son o no. Y así como no hay nada tan fuera de moda como la última moda descartada, no hay nada tan malo como los principios del oponente recientemente derrotado. El arte figurativo es apenas ahora se está recuperando de la aprobación de Hitler y de Stalin. [8]
A pesar de que las modas morales tienden a surgir de diferentes fuentes con respecto a las modas de ropa, el mecanismo para adoptarlas parece ser básicamente el mismo. Aquellos que las adoptan primero parecen ser llevados por la ambición: la gente que está conscientemente en onda que quiere distinguirse de el resto del ganado. Mientras se establece la moda se les irá uniendo un segundo grupo, mucho más grande llevado por el miedo. [9] Los individuos de este segundo grupo no adoptan la moda, por querer destacar, sino porque tienen miedo de sobresalir.
Si lo que quieres es averiguar que es lo que no podemos decir, echa un vistazo a la maquinaria de la moda e intenta predecir que es lo que lo convertiría en “indecible”. ¿Que grupos son poderosos pero temerosos?, y ¿que ideas son las que reprimir?. ¿Qué ideas se han visto empañadas por ser asociadas al grupo de un bando perdedor en una lucha reciente?. Si una persona en onda quisiera diferenciarse a sí mismo de modas anteriores (ej. de sus padres), ¿cuales de sus ideas rechazaría? ¿que es lo que la gente común teme decir?.
Esta técnica no nos va a encontrar todas las cosas que no podemos decir. No puedo pensar ningun ejemplo que no sea el resultado de una lucha reciente. Muchos de nuestros tabúes están profundamente arraigados en el pasado. Pero este enfoque, combinado con los cuatro anteriores, a su vez, nos dará un buen número de ideas impensables.
¿Por qué?
Algunos preguntarían, ¿por qué querríamos hacer esto? ¿por qué ir picando de entre un montón de ideas desagradables desacreditables? ¿por qué buscar debajo de las piedras?.
Lo hago, en primero lugar por la misma razón por la que buscaba debajo de las piedras cuando niño: mera curiosidad. Soy especialmente curioso acerca de cualquier cosa que sea prohibida. Permiteme observar y decidir a mi.
En segundo lugar, lo hago porque no me gusta la idea de estar equivocado. Si, al igual que en otras épocas, creemos cosas que más tarde se parecerán ridículas, me gustaría saber lo que son para que yo, al menos, puede evitar creerlas.
En tercer lugar, lo hago porque es bueno para el cerebro. Para hacer un buen trabajo se necesita un cerebro que puede ir a cualquier parte. Y que sobre todo necesitas un cerebro que tiene el hábito de ir a donde no le es permitido ir.
Un gran trabajo tiende a crecer de las ideas que otros han pasado por alto, y ninguna idea es tan pasada por alto como aquella que es impensable. La selección natural, por ejemplo. Es tan simple. ¿Por qué nadie piensa en ella antes? Bueno, es demasiado obvio. El propio Darwin tuvo la precaución de pasar de puntillas sobre las implicaciones de su teoría. Quería pasar su tiempo pensando en la biología, no discutir con la gente que lo acusaro de ser un ateo.
En las ciencias, sobre todo, es una gran ventaja el poder cuestionar los supuestos. La manera de operar de los científicos, o por lo menos de los buenos, es precisamente ese: buscar lugares donde se rompe la sabiduría convencional, y luego tratar de abrir más las grietas y ver qué hay debajo. Ahí es donde las nuevas teorías se originan.
Un buen científico, en otras palabras, no se limita a ignorar la sabiduría convencional, hace un esfuerzo especial para quebrantarlo. Los científicos van en busca de problemas. Este debe ser el modus operandi de cualquier estudioso, pero los científicos parecen mucho más dispuestos a buscar debajo de las piedras. [10]
¿Por qué? Podría ser que los científicos son simplemente más inteligentes, la mayoría de los físicos podrían, si fuera necesario, hacer un doctorado en literatura francesa, pero pocos profesores de la literatura francesa podrían hacer un doctorado en física. O podría ser porque es más claro en las ciencias cuales teorías son verdaderas o falsas, y esto hace que los científicos sean más audaces. (O podría ser porque es más claro en las ciencias cuales teorías son verdaderas o falsas, debes inteligente para obtener un buen trabajo como científico, en lugar de no sólo un buen político.)
Cualquiera que sea la razón, parece una clara correlación entre la inteligencia y la voluntad de considerar ideas impactantes. Esto no es sólo porque la gente inteligente trabaja activamente para encontrar lagunas en el pensamiento convencional. Creo que las menter ordinarias tienen, también, menos control sobre estas lagunas. Se puede ver en la manera en que visten.
No es sólo en las ciencias que la herejía que vale la pena. En cualquier campo competitivo, se puede ganar mucho al ver cosas que otros no se atreven. Y en todos los campos hay probablemente herejías que pocos se atreven a pronunciar. Dentro de la industria del automotriz en EE.UU. hay una gran cantidad de apretones de manos ahora que cuota de mercado en declive. Sin embargo, la causa es tan obvia que cualquier observador externo podría explicar en un segundo: hacen malos automóviles, y lo han hecho durante tanto tiempo, que por ahora las marcas de automóviles norteamericanas. son anti-marcas – algo por a pesar de lo cual comprarías un automóvil y no debido a ello. Cadillac dejó de ser el rey de los coches alrededor de 1970. Y sin embargo, sospecho que nadie se atreve a decir esto. [11] De lo contrario estas empresas habrían tratado de solucionar el problema.
Capacitarte para pensar cosas impensables tiene ventajas más allá de los propios pensamientos. Es como el estiramiento. Cuando te estiras antes de correr pones tu cuerpo en posiciones mucho más extremas que cualquier otra que asumiría durante la propia carrera. Si puedes pensar en cosas tan fuera de la caja, que pongan a la gente con los pelos de punta, no tendrías problema con esos pequeños viajes fuera de los patrones previamente establecidos.
Pensieri Stretti
Cuando encuentras algo que no puedes decir, ¿que haces con ello?. Mi consejo es, no lo digas, o por lo menos, escoge tus batallas.
Supón que en el futuro hay un movimiento para prohibir el color amarillo. Las propuestas para pintar algo de color amarilla son denunciadas como “amarillistas”, como lo es alguien de quien se sospecha gusta del color amarillo. Aquellos a quienes les gusta el color anaranjado son toleradas pero vistas con sospecha. Supon que te das cuenta que no hay nada malo con el amarillo. Si andas diciendo esto por todos lados, serás denunciado como amarillista también y te encontraras discutiendo mucho con antiamarillistas. Si tu propósito en la vida es rehabilitar el color amarillo, quizá eso sea lo que quieras. Pero si por lo general estás interesado en otras cuestiones, ser etiquetado como amarillistas será sólo una distracción. Discute con idiotas y te convertirás en uno.
Lo más importante es poder pensar lo que quieras, no decir lo que quieras. Si sientes que debes decir algo que piensas, esto podría inhibir que tuvieras pensamientos inapropiados. Creo que es mejor seguir la política cotraria. Pinta una fina raya entre tus pensamientos y tu discurso. Dentro de tu cabeza todo está permitido. Dentro de mi cabeza intento alentar los pensamientos más descabellados que pueda imaginar pero, como en una sociedad secreta, nada de lo que pasa dentro del edificio puede ser comentado a personas ajenas a la misma sociedad. La primera regla de un Club de Pelea es, no se habla del Club de Pela.
Cuando Milton iba a visitar Italia en los 1630, Sir Henry Wootton, quien había sido embajador en Venecia, le dijo que su lema debía ser “i pensieri stretti & il viso sciolto.” Pensamientos cerrados y un rostro abierto. Sonríe a todos y no les digas lo que estás pensando. Éste fue un buen consejo. Milton era un tipo que gustaba de discutir y la Inquisición era un tanto inquieta entonces. A pesar de lo anterior creo que la diferencia entre la situación de Milton y la nuestra es solo cuestión de niveles. Toda época tiene sus herejías, y si no te encarcelan por ellas, por lo menos estarás en suficientes problemas como para convertirlos en una distracción completa.
Admito que parece cobarde mantenerse callado. Cuando leo acerca del acoso que algunos cienciologístas reciben por sus críticas [12], o que los grupos pro-Israel se les levantan expedientes a aquellos que hablan acerca de los abusos de los derechos humanos de los anti israelitas [13], o acerca de gente que ha sido demanda por violar el DMCA (ley de copyright -derechos de reproducción- de Estados Unidos de América que implementa dos tratados del año 1996 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) [14], parte de mi quiere decir: “Está bien bastardos ¿que traen?.” El problema es que hay muchas cosas que no puedes decir. Si dijeras todas esas cosas que no puedes decir no tendrías tiempo para tu verdadero trabajo. Tendrías que convertirte en Noam Chomsky. [15]
El problema con mantener tus pensamientos en secreto, si embargo, es que te pierdes de todas las ventajas de discutir. Hablar acerca de una idea lleva a más ideas. Así que el plan, si puedes manejarlo, es tener algunos amigos confiables a los que puedas hablarles abiertamente. Esto no es sólo una manera de desarrollar ideas; es, también, una buena regla para poder escoger a tus amigos. La gente a la cual le puedes contar cosas heréticas sin que peguen el grito en el cielo son las más interesantes que podrías conocer.
Viso Sciolto?
No creo que necesitemos el viso sciolto tanto como el pensieri stretti. Tal vez la mejor política sea tan simple como no estar de acuerdo con cualquier fanatismo actual en tu época, pero tampoco ser tan específico con respecto a lo que no estás de acuerdo. Los fanáticos tratarán de exprimirte, pero no tienes por que contestarles. Si ellos tratan de forzarte a tomar una posición al preguntarte “¿estás con nosotros o en nuestra contra?”, siempre puedes contestar: “ninguna de las dos.”
Mejor aún, puedes contestar “No lo he decidido.” Eso es lo que Larry Summers hizo cuando un grupo trato de forzarle una posición. Explicando más adelante, el dijo “no hago pruebas de tornasol.” [16] Muchas de las preguntas que a le gente le hacen son en realidad bastante complicadas. Nadie te dará un premio por responder rapidamente.
Si los anti-amarillistas parecen salirse de control y quieres combatirlos, siempre hay maneras de hacerlo sin ser acusado de ser un amarillista. Como los duelistas un ejercito antiguo, querrás evitar involucrarte al cuerpo principal de las tropas enemigas. Es mejor acosarlos con flechas a distancia.
Una manera de hacer esto es trabar el debate hasta un nivel de abstracción. Al discutir en contra de la censura en general, puedes evitar ser acusado de cualquier tipo de herejía contenida en el libroo película que alguien esta intentando censurar. Puedes atacar las etiquetas con meta-etiqueta (etiquetas que se refieren a el uso de etiquetas) para prevenir una discusión. La extensión de el término “corrección política” significó el principio y el final de la corrección política por qué le permitió a uno atacar el fenómeno como un todo sin ser acusado de ninguna de las herejías específicas que buscaba reprimir.
Otra manera de contraatacar es con metáforas. Arthur Miller perforó las actividades Casa de Actividades Antinamericanas (HUAC) al escribir una obra de teatro, “El Crisol” (“The Crucible”), acerca de los juicios (de brujas) de Salem. El nunca se refirió directamente al comité, lo cual no les quitó cualquier forma de responder. Que haría la HUAC, ¿defender los juicios de brujas?. Así la metafora de Miller se implantó tan bien, que hoy en día las actividades de el comité son comunmente descritas como “cacería de brujas”.
Lo mejor de todo, probablemente, sea el humor. Los fanáticos, cualquiera que sea su causa, invariablemente carecen de sentido del humor. No pueden contestar en especie a las bromas. Son tan infelices en el campo del humor como un caballero montando en una pista de patinaje. La mojigatería victoriana, por ejemplo, parece haber sido derrotada principalmente al tratársele como una broma. De igual manera la reencarnación como políticamente correcta. “Me alegra que haya podido escribir “El Crisól” (“The Crucible”), escribió Arthur Miller, “pero al recordarlo me hubiera gustado que hubiera tenido el valor para escribir una comedia absurda, que era lo que ameritaba la situación”. [17]
ABQ
Un amigo holandés dice que debería utilizar a Holanda como un ejemplo de una sociedad tolerante. Es verdad que tienen una gran tradición del valor de la mente abierta. Por siglos los países bajos fueron el lugar al cual acudir para decir cosas que no podías decir en ningún otro lado y esto ayudó a convertir a la región en un centro educativo e industrial (los cuales están estrechamente relacionados por más tiempo del que la mayoría pensaría.)
Sin embargo, me pregunto. Los holandeses parecen vivir sus vidas hasta el cuello en las normas y reglamentos. Hay tantas cosas que no se pueden hacer ahí, ¿hay realmente nada que no se puede decir?
Ciertamente, el hecho de que valoren la mente abierta no es garantía ¿Quien piensa que no son de mente abierta? Nuestro hipotética señorita remilgada de los suburbios piensa que ella es de mente abierta ¿acaso no le han enseñado a serlo?. Pregúntale a cualquiera y les dirán lo mismo: son muy de mente abierta, a pesar de pintar su raya con cosas que realemnte están mal. (Algunas tribus evitarían “mal” al ser enjuiciador y podrían, en lugar de eso, usar un término más neutral que sonara a eufemismo tal como “negativo” o “destructivo”).
Cuando la gente es mala en matemáticas, lo saben, por que tiene las respuestas equivocadas en los examentes. Pero cuando la gente es mala en “mentalidad abierta” no lo sabe. De hecho suelen pensar al contrario. Recuerda, es naturaleza de la moda ser invisible. No podría funcionar de otra manera. La moda no parece ser moda para alguien atrapado en ella. Parece ser lo adecuado. Es sólamente al verlo desde la distancia que nos damos cuenta de las oscilaciones en las percepción de la gente de “lo adecuado, y podemos identificarlas como modas.
El tiempo nos da dicha perspectiva de manera gratuita. De hecho, la llegada de nuevas modas, hace que las modas viejas sean fáciles de identificar, por que parecen ser ridículas al ser contrastadas. Desde un extremo de un péndulo el otro extremo parece especialmente lejano.
Ver la moda en tu propio tiempo, sin embargo, requiere de un esfuerzo consciente. Sin tiempo de pormedio que te ponga en perspectiva, debes crearte esa perspectiva tú mismo. En lugar de ser parte del rebaño, párate tan lejos como puedas y observa lo que hace. Es necesario poner suma atención siempre que una idea esta siendo reprimida. Los filtros en la red para niños y empleados, por lo general, prohiben sitios que contienen pornografía, violencia y palabras de odio. ¿Que es lo que cuenta como pornografía y violencia? Y que, exactamentem, son “las palabras de odio”. Esto suena como una frase de 1984.
Etiquetas como ésta son probablemente las mayores pistas externas. Si una afirmación es falsa, es eso lo peor que puedes decir al respecto. No necesitas decir que es herética. Y si la afirmación es falsa, no debería ser reprimida. Así entonces, cuando ves afirmaciones reprimidas por x-istas o y-istas (sustituír por los valores actuales de x y y), ya sea en 1630 o en el 2030, es un síntoma seguro de que algo está mal. Cuando escuchas que dichas etiquetas son usadas, pregúntate porqué.
Especialmente si te escuchas a ti mismo usarlas. No es solo a la multitud a la que debes aprender a observar a la distancia. Necesitas poder observar tus propios pensamientos a la distancia. Lo anterior no es una idea radical, por cierto; es la mayor diferencia entre niños y adultos. Cuando un niño se enoja por qué está cansado, no necesita saber que es lo que está pasando. Un adulto puede distanciarse a sí mismo lo suficiente de la situación como para decír, “no importa, solo estoy cansado”. No veo por qué uno no podría, mediante un proceso similar, aprender a reconocer y desechar los efectos de las modas morales.
Tienes que tomar ese paso adicional si quieres pensar claramente. Pero es más dificil, porque ahora que estás trabajando en contra de las costumbres sociales en lugar de trabajar con ellas. Todos te alientan a crecer hasta el punto de señalar en donde puedes desechar tus propios malos humores, pero pocos te alientan a continuar hasta el punto en que puedas desechar los malos humores de la sociedad.
¿Como puedes ver la ola, cuando tú mismo estás en el agua? Siempre cuestióna. Esa es la única defensa. ¿Que no puedes decir? Y ¿por qué?